Sentimientos encontrados

María ayuda es una hermosa obra social fundada por el padre Hernán Alessandri, y que ha ayudado a miles de niños de todo Chile. En este artículo, María Isabel Herreros nos habla del espíritu que motiva a María ayuda, a seguir trabajando por quienes más lo necesitan.

| María Isabel Herreros María Isabel Herreros

"María ayuda; ayuda a que Dios venga; ayuda a ser familia, ayuda a ayudar." Así comienza el himno compuesto por el P. Hernán Alessandri para la obra por él fundada, para dar cobijo a quienes más necesitan restaurar los vínculos heridos de amor a sí mismos, a su entorno más cercano y al mundo natural y sobrenatural; que son los niños y niñas, también las madres adolescentes y sus bebés; todos ellos en situación de vulnerabilidad social, que acoge la Corporación María Ayuda.

Este año del Centenario de Schoenstatt, en Chile, la colecta anual de María Ayuda será el 30 y 31 de mayo, lo cual coincide con un hito importante de nuestra historia, como es la misión del 31 de mayo; tan relacionada con la misión de María Ayuda de dignificar a las personas y reparar los vínculos familiares donde han sido vulnerados, para que Dios pueda venir también a esos corazones. Por una parte, por la sequía que nos afecta y por el simbolismo que tiene la lluvia en esa fecha tan especial, quisiéramos un 31 de mayo con una abundante lluvia; no sólo de gracias, sino también sobre nuestros campos...

Y por otra parte, ese día habrá muchos voluntarios y voluntarias de María Ayuda en las calles, solidarizando y despertando solidaridad; para reunir peso a peso los fondos necesarios para que la obra siga adelante. (No sería la primera ni la segunda vez que llueve en el horario autorizado para la colecta; lo cual, no sólo exige más heroísmo de nuestra parte, sino también, disminuye considerablemente las posibilidades que tenemos de obtener la ayuda monetaria que necesitamos).

Los planes del buen Dios son impredecibles. Con las Ave Marías que rezamos cada año por el éxito de la colecta, y con la generosa ayuda de muchas personas, María Ayuda siempre ha salido adelante; pese a la pequeñez de los instrumentos y a la magnitud de las dificultades; porque es realmente una obra de Dios. Él sabe que nuestro compromiso con su obra es real y concreto, no es un "terrón de azúcar"; que aunque muy dulce, se disuelve con el agua. Y espera nuestra respuesta incondicional, con lluvia o sin ella. Lo demás, vendrá por añadidura.

En el pasaje Quinta Nº 28, Valparaíso, lugar de la fundación de Schoenstatt en Chile, la Casa de Acogida "María del Puerto Claro", de María Ayuda, también nos produce sentimientos encontrados. Pareciera que el buen Dios se equivocó; que una casa con tanto valor histórico no es para la beneficencia... y María Ayuda nació un día 12 de abril, fecha en que José Kentenich, de 9 años, en situación de vulnerabilidad social, fue dejado por su madre, soltera, en un orfanato; porque ella no podía mantenerlo. Catalina Kentenich lo puso bajo el cuidado maternal de María, y así nació la semilla de nuestra Alianza de Amor.

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