Benedicto XVI explica su viaje a Alemania

La visita del Papa Benedicto XVI a Alemania a fines de septiembre, está llena de contenido ecuménico y de reflexión -que se mantiene hasta hoy- sobre “identidad” dentro de la Iglesia. Por ello se compara a Lutero con el Padre Kentenich. No se puede dejar de lado el hecho de que el Padre Kentenich también declaró su descontento con la Iglesia de su época. Aunque lo llevó a decir “Dilexit Ecclesiam” ante un “aquí estoy, no puedo hacer otra cosa”, por cuanto en Lutero hay un “aut-aut” (o-o) y en el Padre Kentencih hay un et-et (y-y), guiado por un pensamiento “universal”, orgánico, que no separa sino que une.

| Eduardo Arnouil y John W. Hitchman Eduardo Arnouil y John W. Hitchman


La visita del Papa Benedicto XVI a Alemania a fines de septiembre, está llena de contenido ecuménico y de reflexión -que se mantiene hasta hoy- sobre “identidad” dentro de la Iglesia.

Por ello se compara a Lutero con el Padre Kentenich. No se puede dejar de lado el hecho de que el Padre Kentenich también declaró su descontento con la Iglesia de su época. Aunque lo llevó a decir “Dilexit Ecclesiam” ante un “aquí estoy, no puedo hacer otra cosa”, por cuanto en Lutero hay un “aut-aut” (o-o) y en el Padre Kentencih hay un et-et (y-y), guiado por un pensamiento “universal”, orgánico, que no separa sino que une.

(Claro que ante una mala pregunta siempre hay una mala respuesta, pues si se le pregunta a Lutero: ¿a quién prefiere, a la Biblia o la Iglesia?, se queda con la Biblia (debido a la imagen terrible que tenía de una Iglesia simoniaca, omnipotente y escandalosa).

El Padre Kentenich sobrevivió a la crisis que le propició la Iglesia y la crisis del idealismo alemán, (¿empieza con Lutero?), gracias a su devoción personal a la Santísima Virgen.
Algo que los católicos desconocen es que Lutero y los reformadores, en varias de sus declaraciones oficiales, hablan de “María, pura , santa, siempre Virgen”.

Lutero en su comentario al Magnificat dice ...”que Cristo nos conceda esto por medio de la intercesión y en virtud de su querida Madre María. Amén“. Lutero, al aceptar los primeros cinco Concilios Ecuménicos, valoriza el rol de María, y en ese comentario declara:“la santidad de Espíritu consiste nada más en la fe pura y simple”.Ese paso de “sola Scriptura“ a “sola gracia" para llegar a “sola FIDE” (y la doncella de Nazaret es modelo y guía) que da Lutero, es el camino ancho a donde convergen el monje agustino y Benedicto XVI.

Por lo demá,s la disputa sobre la gracia y el aporte humano a la vida santificación (justificación), ya lo dirimió hace siglos Máximo Confesor: “Dios concede una recompensa como regalo a los que lo aman, es decir la vida eterna”, donde “regalo" y “recompensa” están orgánicamente unidos.

El Papa Benedicto XVI se prepara para este encuentro cuando dice:“Uno de los momentos importantes de la visita será Erfurt: en aquel monasterio agustino, en esa iglesia donde Lutero inició su camino, me encontraré con los representantes de la Iglesia Evangélica de Alemania. Rezaremos juntos, escucharemos la Palabra de Dios, pensaremos y hablaremos juntos. No esperamos ningún evento sensacional: de hecho, la verdadera grandeza del acto consiste propiamente en esto, en que en este lugar pensemos, escuchemos la Palabra de Dios y recemos juntos; así estaremos realmente cerca y se pondrá de manifiesto el verdadero ecumenismo".

Todo esto no es turismo religioso, y menos aún un "show". El lema de estos días explica de qué se trata: "Donde está Dios, allí hay futuro". Debería tratarse del regreso de Dios a nuestro horizonte; ese Dios a menudo totalmente ausente, pero que tanto necesitamos".


John W. Hitchman y Eduardo Arnouil

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