¿Buona Pasqua o mala Pasqua?

Este título un tanto provocativo me surgió estos días mientras pensaba en este saludo pascual. Un conjunto lírico cantó en la parroquia la opera más conocida de Pietro Mascagni, "Cavalleria rusticana", que termina cuando la mujer engañada por su marido

| Padre Guillermo Mario Casson Padre Guillermo Mario Casson

Este título un tanto provocativo me surgió estos días mientras pensaba en este saludo pascual. Un conjunto lírico cantó en la parroquia la opera más conocida de Pietro Mascagni, "Cavalleria rusticana", que termina cuando la mujer engañada por su marido, a modo de maldición, desea para él y su amante una "MALA PASQUA". Les recuerdo que se desarrolla en un pueblo, en la mañana de Pascua, cuando todos se saludan con la" BUONA PASQUA".

Por cierto, mi deseo es que todos tengan una BUONA PASQUA, pero sé que en esta Semana Santa lamentablemente habrá tantos que vivirán la experiencia de la Pasión con más fuerza que el gozo pascual. Hace un mes nuestros hermanos chilenos sufrieron un terrible y devastador terremoto; hace más de dos meses uno aún peor los haitianos, con tantísimas víctimas fatales y un país literalmente en el suelo. Solo dos ejemplos cercanos y recientes de pruebas y dolor causados por fenómenos de la naturaleza.

Pero hay tantos otros dolores causados por el pecado humano... Solo enumero algunos sin detenerme ni pretender ser exhaustivo: las guerras de Africa y Medio Oriente, las guerrillas en Colombia; la guerra de los narcos mexicanos, las persecuciones a los disidentes cubanos, la corrupción política y económica en varios países de nuestra América, de Europa y de Asia; las terribles persecuciones a los cristianos en India, China, Nigeria y Sudán, así como las sofisticadas campañas contra la vida, especialmente en la etapa de gestación y en la fase terminal; las crueles consecuencias de la crisis financiera global, que terminan pagando los más pobres e indefensos; el deterioro de la ecología, entre tantos otros.

Me detengo en un dolor grande que afecta a toda la Iglesia: la pedofilia ejercida por algunos sacerdotes en varios países, que recientemente se focalizó en Irlanda, pero que lamentablemente no se reduce a esa nación. Como cristianos nos duele por lo que implica de pecado grave y por sus consecuencias para las víctimas y sus familias, así como para la Iglesia en dichos países. En esta Cuaresma estoy haciendo penitencia especialmente por este motivo, y creo que como Iglesia debemos hacerlo también. Es ante todo una ofensa grave al Señor, más cuando los causantes son personas especialmente consagradas a El. Esto requiere nuestra humilde expiación y nuestra penitencia.

Les recomiendo que lean el texto completo de la Carta del Papa a los irlandeses (la encuentran en vatican.va o en zenit.org), donde manifiesta con sinceridad y franqueza su posición; pide perdón a nombre de la Iglesia con humildad, y muestra una estrategia a futuro muy clara y terminante. Leánla. Pero, por favor, no se dejen llevar por una cierta campaña mediática, muy bien orquestada por determinados lobbys que aprovechan estos hechos reales para una generalizada e injusta crítica a toda la Iglesia y para denigrar el valor del sacerdocio o pretender ligar el problema al celibato. Creo que la humildad no significa dejar de defender la verdad frente a las calumnias. Ojalá esto se vea en un contexto de la permisividad sexual patrocinada por muchos de los que hoy se rasgan las vestiduras por este escándalo. Y que otros tambien pidan perdón por promover estas conductas, justificarlas o, lo que es peor, hacer negocio con el abuso de menores.

Sin negar estos dolores y pecados, quiero subrayar la confianza en el poder salvífico de la CRUZ DE JESÚS, que incluye el asumir y ofrecer nuestra propias cruces unidas a la suya, para que sean redimidas por su Sangre. En esta manifestación suprema del AMOR MISERICORDIOSO de la Santísima Trinidad está la clave de nuestra fe y de nuestra esperanza, que nos permite participar en la Pascua de Jesús ya ahora y como anticipo de la Pascua eterna.

Por eso hemos caminado por el desierto cuaresmal, purificando el corazón y la vida toda para merecer la experiencia salvadora y sanadora de la Resurrección de Jesús, que no es tan solo un hecho histórico sino tiene vigencia y fuerza en el aquí y ahora de la humanidad, también en 2010.

Me permito expresar tres deseos para que el saludo de BUONA PASQUA tenga este año un contenido y colorido original:

+ Que nos convirtamos en anunciadores valientes de la Buena Nueva del AMOR VICTORIOSO Y MISERICORDIOSO DE JESUS RESUCITADO, viviendo en santidad la vida cotidiana, donde el amor sea nuestra norma de vida en cada opción, pequeña o grande.

+ Que nos dejemos educar y conducir por MARÍA, para caminar por el mundo como ella; repartiendo a todos amor, paz y alegría, y mostrando que es posible un mundo mejor.

+ Que sepamos que al mal se lo vence por la sobreabundancia del BIEN y nunca nos demos por vencidos, aunque a veces nos abrume la fuerza del mal cerca nuestro.

Los tendré presente a cada uno en mis oraciones de esta Semana Santa, en especial a los que sufren en el cuerpo o en el alma, pidiendo a JESUS RESUCITADO los colme de bendiciones y todos vivan una BUONA PASQUA.

Con mi afecto y bendiciones los saludo a cada uno desde Roma con un fraterno abrazo

P.Guillermo Mario Cassone

Roma, 29 marzo 2010

¡BUONA PASQUA A TUTTI!

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