El acontecimiento del 31 de Mayo de 1949

Compartimos con ustedes un extracto del libro "El 31 de Mayo, Una misión para nuestro tiempo", del Padre Rafael Fernández, donde aclara muchos aspectos de este importante hito de Schoenstatt. 1. Descripción del hecho histórico El mismo P. Kentenich escribe en 1952 una larga carta a Mons. Schmitz (Superior de los Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt en ese tiempo). En esa carta describe el hecho histórico y el significado del 31 de Mayo para la Familia de Schoenstatt. El P. Kentenich cuando describe el acontecimiento lo denomina un "acto solemne". Él acentúa que se trataba de algo que se realiza en muy contadas ocasiones, como cuando se está ante un acontecimiento especialmente importante, "porque comienza una lucha a muerte o cuando una batalla en pleno desarrollo alcanza su clímax y todo insta a una resolución". Él se reunió con el pequeño círculo de las Hermanas para celebrar el fin del Mes de María (europeo) en el Santuario recién bendecido. Era el marco que le permitía entregar a la Mater la primera parte de su escrito. La idea era dejar el documento sobre el altar toda la noche y pedirle a la Mater que se mostrara realmente tres veces admirable, para pedirle su bendición en forma especial como ayuda frente a la dura lucha que comenzaba...

| Padre Rafael Fernández Padre Rafael Fernández

1. Descripción del hecho histórico

El mismo P. Kentenich escribe en 1952 una larga carta a Mons. Schmitz (Superior de los Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt en ese tiempo). En esa carta describe el hecho histórico y el significado del 31 de Mayo para la Familia de Schoenstatt.

El P. Kentenich cuando describe el acontecimiento lo denomina un "acto solemne". Él acentúa que se trataba de algo que se realiza en muy contadas ocasiones, como cuando se está ante un acontecimiento especialmente importante, "porque comienza una lucha a muerte o cuando una batalla en pleno desarrollo alcanza su clímax y todo insta a una resolución". Él se reunió con el pequeño círculo de las Hermanas para celebrar el fin del Mes de María (europeo) en el Santuario recién bendecido. Era el marco que le permitía entregar a la Mater la primera parte de su escrito. La idea era dejar el documento sobre el altar toda la noche y pedirle a la Mater que se mostrara realmente tres veces admirable, para pedirle su bendición en forma especial como ayuda frente a la dura lucha que comenzaba.

El Padre hace mención que la lucha que comenzaba con este acto, de colocar sobre el altar del Santuario de Bellavista, la primera parte de su respuesta al Obispo de Tréveris, era algo para lo cual él se había preparado durante decenios. Era un acto que después de muchas reflexiones, oración y sacrificio, se había sentido obligado a emprender.

Finalmente él describe ese acto y ese acontecimiento como una gran oración de petición para pedirle a la Mater que haga brotar desde ese lugar, el Santuario de Bellavista, no solamente una corriente de gracias semejante a la del Santuario Original, sino aún más, se trataba de que hiciera brotar una contra corriente con una finalidad muy concreta: superar una determinada forma de espiritualidad existente en Alemania. Con esto, el Padre describía el bacilo del mecanicismo con su influencia en la mentalidad y en el alma moderna, ejerciendo un efecto muy negativo en todo Occidente.

Con esto el Padre describe los elementos centrales del acontecimiento del 31 de Mayo, un acto de una gran importancia para él, para la Familia, y para la Iglesia.

2. Elementos de la plática del 31 de Mayo de 1949

La plática se realiza dentro de un claro contexto de Alianza: se trata de entregarle a la Mater nuevamente toda la Obra, toda la misión para que Ella utilice al Padre y a la Familia como instrumentos y poder ser enviados con nueva fuerza para la gran misión que él tiene como profeta para el tiempo actual.

a) Sentido de este acontecimiento.

La corriente de gracias que vino desde el Santuario Original en la plenitud del 20 de Enero, quiere volver a la fuente primitiva llevándole abundantes bendiciones.

b) Se trata de la misión de María.

Es la misión de María frente a Occidente lo que está en juego. Ella quiere mostrarse desde su Santuario como la vencedora de las herejías antropológicas y para ello requiere instrumentos que la ayuden a realizar su misión.

c) La misión: vencer el pensar mecanicista.

Esta misión de la Sma. Virgen para nuestro tiempo se encuentra ante un gran obstáculo: el muro del pensar mecanicista. Si se desea que Schoenstatt pueda ejercer una poderosa influencia sobre los destinos de la Iglesia en el espacio cultural de Occidente, el muro del mecanicismo debe ser derribado. Tanto el Padre como la Familia se ponen enteramente a disposición de nuestra Madre y Reina para que Ella pueda ejercer su poder de educadora desde el Santuario.

d) Entrega total en las manos de María.

Nuestro Padre pone en las manos de María la confrontación que inicia, dejándole a Ella la responsabilidad por la gran obra que emprende al enviar su escrito. Le entrega su desvalimiento y el de la Familia, pero también la buena voluntad, la fidelidad y disposición a cooperar con Ella. Por su parte, María también está desvalida, pues Ella sola nada puede. María nos entrega igualmente su buena voluntad y su fidelidad. Se trata de su causa, Ella va a manifestar su poder.

e) Conciencia de la lucha que viene.

El Padre está consciente que el envío de su respuesta normalmente debía despertar una fuerte reacción en su contra. Pero no puede dejar de hablar: si Dios le ha dado una misión de profeta, debe contar con una suerte de profeta.

3. Hacer una revisión entre nosotros

a) Frente a las distintas situaciones de nuestra vida, especialmente las más importantes, ¿actuamos con categorías de Alianza? (¿Cómo desposamos nuestros desvalimientos con el desvalimiento de María?).

b) ¿Hemos experimentado en nosotros una manera de pensar mecanicista? (materialista, hedonista, individualista, etc.). ¿Qué efectos tiene en nuestra relación conyugal y en nuestra relación familiar?

¿Nos hemos preocupado de leer la Plática del 31 de Mayo? ¿Qué conclusiones hemos sacado para nuestra vida?

(Ver: P. Rafael Fernández, El 31 de Mayo, Una misión para nuestro tiempo, Editorial Patris, 1996, págs. 31 al 44).

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