Evangelio domingo 2 de enero

Domingo 2 de enero de 2022 | Juan Enrique Coeymans

2 DE ENERO DEL 2022

Evangelio según San Mateo capítulo 2, 1 – 12

Solemnidad de la Epifanía del Señor

Después de nacer Jesús en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes, unos sabios del oriente llegaron a Jerusalén, preguntando: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos Su estrella en el oriente y lo hemos venido a adorar». Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él. Entonces, el rey reunió a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo, y averiguó de ellos dónde había de nacer el Cristo. Y ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta: "Y tu Belén, tierra de Judá de ningún modo eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un gobernante que pastoreará a mi pueblo Israel"». Entonces Herodes llamó a los sabios en secreto y de ellos determinó el tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Y enviándolos a Belén, dijo: «Vayan y busquen con diligencia al Niño; y cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya y lo adore». Después de oír al rey, los sabios se fueron; y la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre el lugar donde estaba el Niño. Cuando vieron la estrella, se regocijaron mucho con gran alegría. Entrando en la casa, vieron al Niño con su madre María, y postrándose lo adoraron; y abriendo sus tesoros le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra. Y habiendo sido advertidos por Dios en sueños que no volvieran a Herodes, se fueron para su tierra por otro camino.

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

Vieron al Niño con su madre María, y postrándose lo adoraron

Jesús pareciera decirnos: Esta escena de los Magos o sabios de Oriente trae muchas lecciones para Uds. La primera es tener el anhelo de buscarme, la segunda es seguir la estrella es decir las señales que mi Padre les manda y la tercera lección, es habiéndome encontrado, adorarme humildemente. Al buscarme me encontrarán con María y José, y eso los debe llevar a no poner en contradicción el encuentro feliz conmigo junto a mis padres María y José.

La adoración de los sabios, es para mí y los que hemos dedicado la vida a la investigación y la enseñanza, una oportunidad de aprender a ser humildes,: Jesús está en medio de nuestra vida y afanes, no nos deja solos nunca, y entre la búsqueda de la verdad, el bien y la belleza, los absolutos griegos, hay un largo camino para ser feliz, porque misteriosamente, lo encontraremos con Ella su madre y con José, en la vida cotidiana, ellos dos que son los dos más grandes santos laicos.

Señor Jesús al igual que os sabios de Oriente, me arrodillo y te adoro en la pequeña imagen de un niño recién nacido. Y te miro con asombro ante el misterio Tuyo, por quien fueron hechas todas las cosas, y al mismo tiempo sea una indefensa criatura en brazos de María. Así como en Belén, dame la gracia de adorarte en todas las circunstancias de la vida diaria, y de encontrarte frente a los que sufren necesidades. Señor, bendito seas, dame la gracia de adorarte siempre.

AMÉN

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