Evangelio jueves 9 de junio

Miércoles 8 de junio de 2022 | Sebastián Castaño

9 DE JUNIO DEL 2022

Evangelio según San Lucas capítulo 22, 14 - 20

Fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote

"Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles; y les dijo: «Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios.» Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: «Tomad esto y repartidlo entre vosotros; porque os digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.» Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.» De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros."

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

"Este es mi cuerpo que se entrega por vosotros; haced esto en recuerdo mío"

Jesús pareciera decirme: Cuando llegó mi hora, sabiendo que venía mi pasión, confié en mi Padre que me envió y le di gracias por su eterno amor y misericordia. En cada eucaristía recibe y acepta el sacrificio de mi cuerpo y mi sangre derramada: toma, come y bebe de ellos para que tengas verdadera vida. Estoy realmente presente en cada eucaristía y te invito a compartir de mi mesa, ven te espero con ansias. Entonces nos encontraremos y permaneceremos en comunión, como amigos y como hermanos.

Debo hacer más presente y reconocer el gran sacrificio de amor y de humilde entrega que Jesús hizo por todos y por mí. Con su venida se transformó en un puente y mediador entre Dios Padre y nosotros. El regalo es tener la Eucaristía, que Jesus nos dejó, y El me invita personalmente a participar poniendo todo mi corazón. Pero muchas veces llego a ella pensando en muchas cosas que me impiden reconocer su presencia. ¿Cómo lograr participar mejor de la Eucaristía? ¿Qué factores me impiden hacerlo?

Querido Jesús, te alabo por tu infinita entrega de amor y por tu fidelidad al Padre. Te doy gracias por el regalo de la Eucaristía, por ofrecernos tu propio sacrificio para nuestro gozo y salvación. Dame la gracia de ser digno de participar humildemente de tu banquete con un corazón realmente abierto a tu presencia, y no sólo como un simple espectador. Ayúdame a crecer mi adoración por la Eucaristía y que a través de ella pueda experimentar cada vez más tu presencia.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000