Evangelio lunes 27 de diciembre

Lunes 27 de diciembre de 2021 | Juan Francisco Bravo

27 DE DICIEMBRE DEL 2021

Evangelio según San Juan capítulo 2 0, 2 - 8

Fiesta de San Juan Apóstol y Evangelista

El primer día de la semana, María Magdalena corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto". Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro.
Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes.
Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó.

Meditación de Bernardita Marín Paul

"Él también vio y creyó"

Creo que el Señor me quiere decir; muchas veces eres incrédula y no confías. En el camino de la fe, pasarás por muchos parajes, desiertos otros floridos y me iré manifestando en cada uno de ellos, te mostraré el camino, te daré consejos, haré milagros, te amaré, todo a través de tus hermanos. Cree y confía, abre tus ojos que hay un mundo de amor genuino esperándote, mira, no estás sola. Te llevaré de la mano a vivir tú historia de salvación, al igual que mis discípulos, tú formas parte de ese grupo querido, al cual me manifiesto permanentemente, vean y den testimonio de su maestro, maestro de vivos, que cumple su palabra, que muere en la cruz, pero nace a una nueva vida.

Necesito volver a Dios. Me falta la paz, estoy centrada solamente en la vida humana y no en el Espíritu divino que baña mi vida. Quiero ver y creer, me cuesta confiar en el ser humano, no veo, muchas veces su bondad, como encontrarme con ella y creer. Todos somos hijos del mismo padre y con la misma herencia de amor. Cada uno merece todo el tiempo y el respeto. Hay un orden natural que se funde con el mandato divino de mirar, ver y creer que nuestro Dios se manifiesta en los otros y nos acompaña siempre.

Señor, aumenta mi fe, quiero ver y creer en Ti y en los otros, redime la humanidad que me acompaña. Que la esperanza y confianza reinen en mi vida. Saber mirar, ver todo el acontecer divino que me rodea permanentemente. Hazme fuerte para caminar confiada en ti y en los hombres. Apacigua mis brotes de ego, dame el abrir la mirada, dame el tener ojos para ver tu amor y el de los otros y así llenarme de tu Espíritu de amor gratuito. ¡Qué así sea!

AMÉN

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