Evangelio miércoles 29 de diciembre

Miércoles 29 de diciembre de 2021 | Osvaldo Andrés Iturriaga

29 de DICIEMBRE del 2021

Evangelio según San Lucas, capítulo 2, 22 – 35.

Miércoles, día Quinto de la Octava de Navidad

Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: Todo varón primogénito será consagrado al Señor. También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo: "Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel". Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: "Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos".

Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos

"Mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos"

Siento como si el Señor me dijera: "feliz de ti el día en que reconozcas que has sido testigo de una historia de salvación, que es la tuya propia. Feliz de ti porque, tal como Simeón, creerás realmente que he actuado en tu vida, y experimentarás la paz del corazón, aunque no sepas hacia dónde se encamina tu vida, porque sabrás que el Padre cumple sus promesas, sabrás que Él y Yo estaremos siempre contigo. Pide entonces el Espíritu, para que abra tus ojos y oídos y te permita contemplar las promesas cumplidas en tu propia historia".

Sé en mi corazón que en diversos momentos de mi vida he experimentado la acción concreta del Señor; en momentos oscuros he sentido su cercanía, que me ayudó a sacar fuerzas de donde no las tenía; en momentos de profunda alegría también he podido sentir su presencia bondadosa, sabiéndome amado y por Él. Pero mi inconstancia y porfía me hacen olvidarlo, sentirme lejos o incluso dudar de su acción en mi vida o en las cosas que veo a mi alrededor. Por eso hoy me invita a guardar esas experiencias de cercanía como regalos cuya memoria me sostenga en los momentos de duda o angustia, sabiendo que Él cumplirá sus promesas.

Querido Señor, gracias por este período del año en el que recordamos tu nacimiento, ese milagro por el cual te hiciste Dios con nosotros, para estar siempre cerca nuestro. Ayúdame a, como María, guardar y atesorar en el corazón cada momento de encuentro contigo, para no olvidar que estás siempre a mi lado, incluso cuando las preocupaciones, el ajetreo o mi auto referencia me hacen sentirte lejos o ausente. Abre mis ojos y oídos para notarte siempre en cada situación, y para recibirte cada vez que estés tocando a mi puerta.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000