Evangelio sábado 30 de septiembre

30 de septiembre del 2023

Evangelio según Lucas capítulo 9, 43 - 45

Sábado de la décimo cuarta semana del Tiempo Ordinario

San Jerónimo Presbítero y Doctor de la Iglesia. Memoria Obligatoria.
Mientras todos se admiraban por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: "Escuchen bien esto que les digo: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres". Pero ellos no entendían estas palabras: su sentido les estaba velado de manera que no podían comprenderlas, y temían interrogar a Jesús acerca de esto.

Meditación de Gonzalo Manzano González

"El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres."

Jesús parece decirme: Hay dos perspectivas para esto. Una, donde Yo tengo claro el futuro, y milagrosamente soy capaz de decir lo que va a pasar. Es propio del Hijo de Dios ser capaz de tales facultades; pero de eso nada me interesa. Dos, los acontecimientos de la historia tienen causa y efecto, y en esa claridad, estando con ustedes pude ver que lo que Yo hacía molestaba a las autoridades judías. Y siendo que ellas estaban sometidas a Roma, iba a ser entregado por los judíos en manos de Roma. Todo esto importa porque ustedes así podrán notar que todo lo que hacen tiene una consecuencia, sea en esta vida o en la próxima.
Mi vida me ha permitido ir adquiriendo la madurez necesaria para encontrar, en mejor o peor manera, esa causalidad entre lo que hago y lo que ocurre después. Creo que es tremendamente ilustrativo para aprender de los errores, y también, que así se va construyendo mi autoeducación. Estoy claro que no tengo ninguna posibilidad de alcanzar esa claridad de visión de Jesús, por razones obvias, pero sí puedo emularlo para crecer de a poco y asemejarme a Él. Quizás toda mi vida no me alcanzará para avanzar siquiera un paso hacia Él, pero incluso ese paso, es una victoria enorme, es un paso a la Santidad.
Señor Jesús, hoy te agradezco por exhortarme a escuchar bien lo que me dices. Es tu ejemplo el que me ha permitido alcanzar esa pequeña claridad para entender qué es lo que debo hacer, o hacia dónde debo crecer para ir alcanzando esa Santidad. Me encantaría poder dar más pasos, avanzar más, pero mis limitaciones como ser humano son grandes, y me cuesta sacudir mis pequeñeces. Ahí es donde solo puedo pedirte fe y una conversión del corazón, para que cada vez que me encuentre en la disyuntiva de una decisión, mi mente y corazón te pregunten cuál es la mejor decisión.

AMÉN