Fiesta Patrias Peruanas en el Santuario de Lima

El domingo 29 de julio se festejaron las fiestas patrias del Perú en el Santuario de Schoenstatt de Lima. La eucaristía la celebró el Padre Jorge Luis Gómez Lazarte, de la Comunidad del Emmanuel.  En la homilía recordó cómo el Padre Kentenich practicaba el valor de compartir en el campo de concentración.

| Queca Espinoza (Perú) Queca Espinoza (Perú)

Este domingo 29 de julio en el Perú se celebraron las Fiestas Patrias en el Santuario de Schoenstatt. Se pudo notar el espíritu patriótico al distinguir desde lejos la Bandera Peruana al pie del Altar, para pedir al Señor Dios Todopoderoso y nuestra querida Mater la solución de los problemas que aquejan al país, y dar gracias por todos los regalos recibidos como peruanos.

En esta oportunidad celebró la Santa Eucaristía el Padre Jorge Luis Gómez Lazarte, de la Comunidad del Emmanuel. Los sacerdotes de Emmanuel están al servicio de las diócesis y las misiones. Su ministerio son las parroquias; algunos son profesores o están en países de misión o participan a tiempo completo para los servicios propios de la comunidad. La Comunidad del Emmanuel cuenta con más de 200 sacerdotes en Francia y en otros países: Alemania, Austria, Bélgica, España, Estados Unidos, Hungría, Irlanda, Italia, Holanda, Polonia, Portugal, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, República Checa, Camerún, República Democrática del Congo, Costa de Marfil, Ruanda, Perú, Brasil, Australia ...

El Padre Jorge llegó al Santuario de Schoenstatt invitado por Oty Gómez del grupo Manos de María de la Rama de Señoras y prima hermana de él, quien fue acompañado por toda su familia residente en Lima-Perú.

En su homilía nos recordó que para la multiplicación de los panes el Señor bien lo pudo hacer sin esos dos panes y sin los dos pescados, pero quiso dejar la enseñanza que Él quiere la colaboración de los hombres. Y eso es lo que nos enseña su Madre en Schoenstatt "NADA SIN TI, NADA SIN NOSOTROS".

Y dejó la interrogante: ¿cuánto de lo que tenemos nosotros estamos dispuestos a compartir con los demás? Recordó que el Padre José, cuando estaba en el campo de concentración de Dachau donde era tan difícil compartir con los demás, lo supo hacer y cuando los presos se le acercaban, ninguno se retiraba sin llevar alegría y esperanza en su corazón.

Fue un domingo muy frío, con neblina y llovizna, pero los corazones ardían de agradecimiento a Dios Padre, y se compartió como siempre un cafecito con empanadas

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