Generación Pentecostés del Padre: 38 años de Fidelidad en la Alianza en Bellavista

En la vigilia del 30 al 31 de diciembre de 1971, en el Santuario de Bellavista, la juventud masculina dio inicio a la Generación Pentecostés del Padre, que este año cumple 38 años.

Algunos aspectos principales que marcaron el surgimiento de este grupo, y que se expresaron en el documento generacional fueron los siguientes:

1. Es una generación que no tiene contacto físico con el fundador, vale decir, ni con el P. Kentenich, ni con los fundadores chilenos, el P. Ernesto y el P. Benito. Sólo se tiene contacto con la generación que ellos dejaron en Bellavista.

2. Esta generación surge producto de una segunda irrupción de gracias en Bellavista y constituye un regalo de Dios, en que claramente nos damos cuenta que es Él quien construye.

4. Con ella, la misión del 31 de mayo adquiere una dimensión concreta para Chile y Latinoamérica.

5. Es una generación marcada por el surgimiento de vocaciones al sacerdocio, las cuales se desarrollaron en el Instituto de los Padres de Schoenstatt. Así, la partida de los primeros Estudiantes de esta juventud a Alemania, (Futuros Padres) se convirtió en signo de una fuerza de militancia que culminó con esta corriente de entrega virginal. Lo anterior instituyó un cambio cualitativo dentro de esa generación de la Juventud.

El 1º de noviembre de cada año, en torno al P. Rafael Fernández (asesor en ese tiempo de la Juventud Masculina de Bellavista de la generación de los 70), nos reunimos a revitalizar, en el Santuario de Bellavista, la vivencia y el compromiso de asumir plenamente el 31 de mayo en nuestras vidas construyendo el "Pentecostés del Padre". Con la certeza de que ese hito es un regalo para la Iglesia y la sociedad, tenemos que salir a desarrollarlo como misioneros del siglo XXI.

Este domingo 1º de noviembre, a las 09:30 en la puerta del Santuario de Bellavista, nuestro Jefe de Generación Alejandro González, nos convoca a un nuevo momento de revitalización de nuestra generación Pentecostés del Padre, asegurándonos que sí o sí, contaremos con la presencia de nuestro querido P. Rafael.