Jornada de Familias en Trujillo, Perú

A principios del mes de octubre, la Ciudad de Trujillo nos recibió para vivir una experiencia schoenstatiana. Nos acogieron de una forma muy tierna, en cada cuarto habían unos carteles que pintaban los nombres de los asistentes.   La Jornada tenía el lema: "El Santuario: Taller del hombre nuevo", lema que se coreaba en varias ocasiones. Iván y Liliana, los jefes de la Jornada decían: “El Santuario”y todos contestábamos “Taller del hombre nuevo”.   La Jornada fue dividida en tres grandes bloques: Cobijamiento, Transformación y Envío, y en cada uno de estos momentos nos entregaban una cinta para portar en la mano hasta que se cumplieran las tres gracias. El Padre Reynaldo Nan tuvo a su cargo eltema del Cobijamiento: fue extraordinario, sólo dejaré la conclusión de su tema. No seamos egoístas, compartamos las gracias del Cobijamiento con nuestros amigos y familiares, para que sientan el Cobijamiento de la Mater. ¿Qué podemos hacer? Visitas frecuentes al Santuario aunque sean virtuales o espirituales porque nos dan fuerzas. Su poder llena el corazón e impulsa a hacer las cosas con más alegría y gozo...

| Queca Espinoza (Lima, Perú) Queca Espinoza (Lima, Perú)

A principios del mes de octubre, la Ciudad de Trujillo nos recibió para vivir una experiencia schoenstatiana. Nos acogieron de una forma muy tierna, en cada cuarto habían unos carteles que pintaban los nombres de los asistentes.

 

La Jornada tenía el lema: "El Santuario: Taller del hombre nuevo", lema que se coreaba en varias ocasiones.

Iván y Liliana, los jefes de la Jornada decían: “El Santuario”y todos contestábamos “Taller del hombre nuevo”.

 

La Jornada fue dividida en tres grandes bloques: Cobijamiento, Transformación y Envío, y en cada uno de estos momentos nos entregaban una cinta para portar en la mano hasta que se cumplieran las tres gracias.

El Padre Reynaldo Nan tuvo a su cargo eltema del Cobijamiento: fue extraordinario, sólo dejaré la conclusión de su tema. No seamos egoístas, compartamos las gracias del Cobijamiento con nuestros amigos y familiares, para que sientan el Cobijamiento de la Mater. ¿Qué podemos hacer? Visitas frecuentes al Santuario aunque sean virtuales o espirituales porque nos dan fuerzas. Su poder llena el corazón e impulsa a hacer las cosas con más alegría y gozo.

 

El Padre Osar Murillo, que llegó en una época difícil para la familia, y sin conocer que era Schoenstatt, tenía referencias pero nada más. Hoy es el coordinador de la familia de Trujillo y nos contó su experiencia al conocer el Santuario de Bellavista en Chile hace apenas unos meses. Allí lo recibieron con mucho cariño y dispuestos a enseñarle que es Schoenstatt. Tuvo un largo encuentro con el Padre Fundador, donde mirándolo a los ojos, le dijo qué quieres de mi. Y cuando al Padre se le hace esa pregunta, muy rápidamente le llegan a uno tareas, y es así como el Padre Oscar fue un schoenstattiano más en esta jornada.

 

El tema de la Transformación lo desarrolló nuestro asesor nacional, el Padre José Luis Correa, quien dejó muy claro que la transformación espiritual es un “proceso” y que la Mater cumple su promesa y misión en el Santuario cuando uno la visita, que tengamos presente cinco aspectos y para no olvidarlos que los recordemos con los dedos de la mano, pues todos empiezan con la letra “M”.MARÍA, MADRE, MAESTRA, MODELADORA, Y MEDIADORA.La Mater no sólo está presente en el Santuario sino que actúa.

 

El tema de Envío y Fecundidad apostólica, también lo tuvo el Padre José Luis. Empezó dando a conocer el libro que acaba de salir “El prisionero N° 29392”, de Engelbert Monnerjahn, donde se relata la vida del Padre Kentenich prisionero de la Gestapo (1941-1945) en Dachau. Qué más prueba que esa para este tema. Estando dentro de un lugar tan tremendo, con tanto dolor, carencias y angustias, él siguió trabajando en su empeño de lograr un hombre nuevo en el lugar donde Dios lo había colocado, sólo vinculándose espiritualmente al Santuario. Por espacio de tres años no pisó el Santuario y sin embargo escribe en el Hacia el Padre, “Aquí postrado a tus pies”.

 

Nos dice que cuando rezamos en el Santuario se reciben más gracias que si rezamos en cualquier otro lugar.

Y que los schoenstattianos debemos ser personas que, al conocernos o tratarnos, a los demás les surja una “interrogante irresistible”: ¿Y qué tiene esta persona que no tengo yo?Nos recordó las palabras del Padre Kentenich: “No tengo ninguna duda de que Schoenstatt contribuirá a la renovación de la Iglesia”.

Y nos dejó estas preguntas: ¿Proclamo con valentía las Glorias de María a las personas que me conocen?, ¿llevo a personas al Santuario para que gocen de estas gracias? O, por el contrario, he sido cobarde, tímido, perezoso.

 

Los laicos se están tomando en serio su trabajo de una evangelización activa. Y en este marco, los schoenstatianos debemos marcar la diferencia ya que tenemos un Fundador que no se amilanó ni ante un campo de concentración en Dachau, ni ante el destierro en Milwaukee, ni ante la incomprensión de la misma Iglesia que él tanto amó.

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