Jornada Social - Bellavista 2011: Mi trabajo aporta a la creación del nuevo mundo

¿Por qué hacer una Jornada Social de Schoenstatt?

Porque nosotros -columna de hombres de Chile- que somos seguidores del Padre Kentenich, aspiramos a dar respuestas a las corrientes del mundo como él lo hizo durante toda su vida. “El nuevo hombre en la nueva comunidad”, implica centrarse en el desarrollo espiritual personal y familiar. Con ello estamos abordando una transformación social enorme. Pero falta la otra acentuación del Padre en el sentido de trabajar y crear un nuevo orden social en el que Dios esté en el centro. El Padre lo repite innumerables veces en el mismo Hacia el Padre: “para dar a los pueblos un nuevo destino”, “desde allí quieres irradiar al mundo”, “marchar con alegría hacia los pueblos”. Estrofas sacadas de las primeras páginas y presentes en todas partes. Inherente a su mensaje.

Preocuparnos por el nuevo orden social, promovido desde Schoenstatt y de la Iglesia. Esta es una primera razón.

La segunda es porque queremos seguir la tradición de la Iglesia que cada cierto tiempo y en distintos países se hace la pregunta de cuál es el mensaje que Dios nos da en este tiempo específico. Si Dios habla a través de los acontecimientos ¿No tenemos que revisar lo que está pasando en nuestro continente y nuestro país con los ojos de la fe? ¿No tendríamos que ser la sal del mundo? ¿O la levadura en esta masa? La Iglesia busca a través de estas Jornadas, captar y entender lo que está pasando en este mundo para dar respuestas desde la fe. Primero, queremos desde Schoenstatt hacernos estas preguntas.

Nuestro lema: “Mi trabajo aporta a la creación del mundo nuevo”.

Elegimos el gran tema del trabajo, porque nos parece que es la puerta de entrada a la reflexión social. En su trabajo el hombre y la mujer salen de su quehacer familiar para entrar al mundo social de las empresas, los servicios, la economía, los grupos humanos, la organización del país y la cultura en que todos estamos inmersos. El trabajo es esa puerta de entrada. Es una actividad muy demandante que en muchos casos es gratificante y enriquecedora, y en otros es una carga pesada, tediosa y muy poco gratificante.

Lo elegimos también, porque dentro del Movimiento hemos desarrollado el tema de la familia y la influencia en los hijos y en la sociedad. Del trabajo, tenemos poco y nos faltan muchas reflexiones y respuestas.

Mi trabajo "aporta". ¿Me aporta? ¿Aporta a mi familia y a los demás? Quisimos enfatizar nuestra convicción que el trabajo sí aporta, independiente de la categoría social que tenga, y de la influencia que cada persona ejerza en la sociedad. Mi trabajo aporta… el de cada persona.

Nuestro lema sigue: Mi trabajo aporta "a la creación": aporta al Dios Creador que hizo el mundo y que lo sigue conduciendo y creando constantemente. Con el trabajo de cada persona se prolonga el espíritu creador de Dios. Es algo grande, es un aporte trascendente, trabajar no sólo para llevar el sustento sino que para ayudar y colaborar con Dios en la creación.

Y termina señalando "del mundo nuevo". Mi trabajo aporta a la creación del mundo nuevo. De este mundo concreto, en el Chile de hoy; el mundo físico y social que tenemos delante de nosotros cada día. Del “mundo nuevo” porque el Padre enfatizó que Schoenstatt está para la creación de un nuevo orden social.

Estas son unas pinceladas para que conozcan las razones y anhelos por las cuales todas las comunidades de hombres de Schoenstatt quisimos embarcarnos junto con la Familia en esta Jornada Social Nacional.

Tratamos de ser fieles, creadoramente, al Padre que en su más anhelado Canto al Terruño escribió en la primera estrofa “¿Conoces aquella tierra cálida y familiar” y en la última escribió “¿Conoces aquella tierra preparada para el combate?” De lo personal y familiar, hacia el mundo. Nuestra primera parada, este año, es en el trabajo. El trabajo de todos los días, de quienes aportan a la creación del mundo nuevo.

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