La Fiesta del Señor de los Milagros

Todos los años en Lima, capital del Perú, se venera la imagen del Señor de los Milagros. Durante todo el mes hay misas y procesiones que expresan la fe de un pueblo verdaderamente católico. Hay momentos de mucha emotividad en los que se llevan enfermos y niños recién nacidos para que los bendigan: todos quieren un milagro y llevan sus ofrendas.

En esta oportunidad ocurrió algo especial. Fuimos con un grupo de amigas y cuando ya casi llegábamos a la iglesia, empezaron a desviar los carros. Como no se podía pasar, nos bajamos apuradas y nos olvidamos la imagen de la Mater. Ya en la Iglesia Catalina, nos dimos cuenta que la habíamos dejado. En eso vemos aparecer al chofer con la imagen de la Mater y con las flores abriéndose camino entre un mar de gente que pugna por llegar lo más cerca de su Señor. Nos sentimos felices.

En eso, Patty Kouri se levanta y lleva la Imagen de la Peregrina al anda del Señor, y la pone a un costadito. Como no le dijeron nada, se arriesgó y la puso en la misma anda y allí se quedó toda la Santa Eucaristía a los pies de su Hijo Amado. Realmente, para los que conocen cómo son de estrictas las personas encargadas del culto y de la seguridad que hay, lo que pasó aquella mañana fue cosa de la Mater. No se quiso quedar en el carro y tomó el lugar que le correspondía.

La Santa Eucaristía fue presidida por Monseñor Raúl Antonio Chau Quispe. Al final pudimos compartir con él un momentito y tomarnos algunas fotos. Durante las festividades, a cada hora hay misa y la siguiente era de las Fuerzas Armadas. Empezaron su homenaje al Señor de los Milagros con la banda musical tocando el himno nacional. Fue emocionante fue ver al Señor entre un mar de gente y sentir las notas de nuestro himno patrio. Esto me llevó a pedir por el Perú, por su gente, por sus enfermos, por su economía, porque reine la paz y porque sus gobernantes actúen con libertad y verdad, por los que están en las cárceles y por los que viven en soledad.

En el carro, cuando nos regresábamos, dábamos gracias al Señor por habernos llamado a presenciar este hermoso día.

Queca Espinoza -Lima, Perú.