La historia de María según el Giotto

Todo comenzó con Enrico Scrovegni, personaje de la burguesia padovana y cuya riqueza se debió en gran parte a las actividades poco trasparentes de su padre, Reginaldo, que pasó tristemente a la historia gracias a Dante, quien le dedica un verso en el Canto El Infierno de la Divina Comedia. La vida del rico usurero no podia pasar inadvertida por el poeta florentino, que vivió entre Padua y Rávena a inicios del 1300. Enrico decide construir una capilla dedicada a la Virgen María en su Padua natal, en sufragio del alma paterna. El trabajo de pintar la capilla, conocida hoy como Scrovegni o de la Arena, fue encargado a Giotto, nombre cimero del arte medieval italiano, tambien citado por Dante, Bocaccio, Petrarca y Cenino Cencini...

| Marcel Gonzalo Unzueta - María Gabriella Nastari (Italia) Marcel Gonzalo Unzueta - María Gabriella Nastari (Italia)

Todo comenzó con Enrico Scrovegni, personaje de la burguesia padovana y cuya riqueza se debió en gran parte a las actividades poco trasparentes de su padre, Reginaldo, que pasó tristemente a la historia gracias a Dante, quien le dedica un verso en el Canto El Infierno de la Divina Comedia.

La vida del rico usurero no podia pasar inadvertida por el poeta florentino, que vivió entre Padua y Rávena a inicios del 1300.

Enrico decide construir una capilla dedicada a la Virgen María en su Padua natal, en sufragio del alma paterna. El trabajo de pintar la capilla, conocida hoy como Scrovegni o de la Arena, fue encargado a Giotto, nombre cimero del arte medieval italiano, tambien citado por Dante, Bocaccio, Petrarca y Cenino Cencini.

El ingreso a la capilla Scrovegni es todo un ritual. Inicia con el museo multimedial, donde se muestra la historia de la familia y descripción de la extraordinaria obra. Se hace una pausa hasta adoptar la temperatura corpórea adecuada a los frescos, extremamente sensibles.

El primer impacto visual es el cielo azul estrellado y el Juicio Universal, colores solares, casi transparentes -como si hubiera sido pintado recientemente- que cubren la nave interna de la capilla de 20 metros de largo por 8 de ancho. El tratamiento cromático de los personajes del Giotto (quizás el diminutivo de Amrogiotto o Angiolotto) cambia de intensidad segùn el punto de observación. Sus vestidos, que sugieren la seda o un fino algodón, determinan también la volumetría.

La lectura narrativa, dividida en tres ciclos, es compleja: Historia de Joaquín y Ana, infancia de Cristo y la Pasión.

Mirando los frescos, la impresión que se tiene es la de estar delante de un álbum fotográfico de familia. El milagro artístico giottesco se traduce en sugerir multifacéticas expresiones sentimentales: De alegría, como el matrimonio de Joaquín y Ana-; el nacimiento de la pequeña María; su niñez, hasta el matrimonio con José, y Dios Padre encargando al arcángel Gabriel trasmitirle el mensaje planetario màs importante y sublime de la historia humana. O de inmenso dolor, como la masacre de los niños, fresco que describe la insensatez de Herodes en el llanto y desesperación de las madres, de la que una Giotto resalta una lágrima que atraviesa como un puñal su rostro. Asimismo, el artista es tan fino y atento cuando muestra la solemne intimidad de la Mater después del parto, acompañada de ángeles que celebran con éxtasis el acontecimiento divino.

Toda la capilla, incluyendo la arquitectura, es un laboratorio de experimentación y técnica de vanguardia, que permitió la reconquista de la tercera dimensión en la pintura. En este extraordinario ciclo de frescos realizado por Giotto entre 1303 y 1305, el maestro florentino cambia para siempre la historia de la pintura occidental.

Padova, Diciembre 2010

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