La iglesia de todos

Alarmantes noticias surgidas durante los últimos años dan cuenta de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes contra menores en Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Alemania, Holanda y México. Lo que en un principio se creía oscuro patrimonio de curas norteamericanos y canadienses, explota este año como una realidad con manifestaciones globales en la Iglesia Católica. Es un nuevo terremoto que vuelve a mover el piso, esta vez de lo que parecía más seguro y sagrado.

| Jorge Waidele Jorge Waidele

Alarmantes noticias surgidas durante los últimos años dan cuenta de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes contra menores en Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Alemania, Holanda y México. Lo que en un principio se creía oscuro patrimonio de curas norteamericanos y canadienses, explota este año como una realidad con manifestaciones globales en la Iglesia Católica. Es un nuevo terremoto que vuelve a mover el piso, esta vez de lo que parecía más seguro y sagrado.

En buena hora los medios de comunicación han logrado romper una dura muralla que protegía a algunos ciudadanos sacerdotes de las implicancias penales de sus actos. Su castigo antes se limitaba a las dudosas medidas disciplinarias de un superior culposo y cómplice. No resulta difícil recordar hechos recientes en nuestro país, cuando de modo sigiloso salen de escena sacerdotes a los cuales les acompañan escandalosos susurros.

Soy padre de familia y prefiero no detallar (sería un texto muy largo) lo que haría a un eventual victimario de uno de mis hijos. La confianza depositada se rompería de una vez y para siempre. Necesitaría generosidad inexistente por lo extrema para perdonar.

Los hechos delictuosos conocidos no representan una sorpresa. Sería suficiente prueba publicar estadísticas judiciales, para advertir que desviaciones sexuales contra menores ocurren en todas partes: familiares, amigos, casados o célibes. Hoy conocemos con indignación las que suceden entre una oscura minoría. ¡Es una vergüenza!

El Papa Benedicto ha sido claro en carta pastoral a los católicos de Irlanda: no se permitirán abusos en el futuro. Sin embargo, los mismos medios de comunicación revelan los procedimientos y prácticas adoptadas por obispos y altas autoridades de la Iglesia hasta hace poco respecto de estos hechos: investigar, silenciar y ocultar al agresor. Son dos planos que, expuestos juntos, sólo confunden y generan indignación. Las prácticas vigentes para ocultar a los agresores nos parecen identificar a una Iglesia preocupada sólo del clero, abandonando a su pueblo. Marcando así absurdas confusiones respecto a quien proteger.

Los sacerdotes son parte del Pueblo de Dios, el límite de éste no está en ellos. El Concilio Vaticano ha implicado un cambio sustancial en la opinión que la Iglesia Católica tiene de sí misma. Las fronteras de ella estaban en el clero y su jerarquía. El Concilio expandió los bordes y se reconoce como un Pueblo de Dios, una Familia Humana que camina tras los pasos de Jesús hacia la Casa del Padre. La Iglesia deja de ser patrimonio de sotanas y hábitos, es un todo más rico y amplio que se forma de familias santas, que trabajan por un mundo mejor, se atreven a conversar con los no creyentes y a trabajar por la justicia. Es una experiencia de fe que invita a atreverse a sostener la mirada de un Dios Padre bueno y misericordioso que nos quiere y nos llama por nuestro nombre.

He tenido la enorme suerte de vivir la experiencia de fe que me ofrecieron santos sacerdotes a lo largo de mi vida. Esos ejemplos de vida consagrada marcaron lo que soy y lo que espero entregar al mundo. He sido muy afortunado y reconozco con pena el rencor y odiosidad de aquellos que han debido tener experiencias opuestas.

La solución a este problema está más allá de justas compensaciones económicas y de declaraciones públicas. Se necesitarán nuevos y más santos sacerdotes, también familias capaces de mostrar la realidad de un amor que hoy parece inalcanzable y mentiroso por la corrupción de los mejores.

 

Comentarios
Los comentarios de esta noticia se encuentran cerrados desde el a las hrs