No balconear la vida

      En este artículo, el padre Hugo Tagle nos hace un resumen de lo acontecido con nuestra iglesia durante este año 2013, partiendo  por la renuncia del Papa Benedicto VI, y siguiendo con la elección y mensajes del Papa Francisco. "La fe no se vive desde el balcón, sino caminando. No balconeen la vida, métanse en ella, como hizo Jesús", dijo el Papa Francisco a los jóvenes en el encuentro de Rio. Las exigenciasde esta época que nos toca vivir llevan a esperar una fe más activa y efectiva, comprometida con el medio, con el tiempo, con todo el hombre. 

| Padre Hugo Tagle Padre Hugo Tagle

Iniciamos el 2013 con una noticia inédita, cuyas consecuencias marcarán, para bien y sin vuelta, los próximos decenios y siglos eclesiales. La renuncia de Benedicto XVI, la primera luego de más de cinco siglos de papado, y la elección del Cardenal Bergoglio, Papa Francisco.

Ambas noticias despertaron hondo interés, asombro y una legítima esperanza. Tanto y más que sus encíclicas y libros, el gesto valiente de Benedicto XVI llevo a que se reforzara la convicción de su profundo amor a la Iglesia, su espíritu visionario y desprendido. Esaprofética visión traería consigo una renovación; una nueva forma de comprender las  tradiciones eclesiales al servicio de la vida y no al revés. Rompió de un santiamén falsas sacralidades que se mostraban como limitación del servicio de la Iglesia. La elección de un cardenal "traído de lejos" aumentaría el asombro. Con pocos pero significativos gestos, el Papa Francisco renovó la relación de la Iglesia de cara a los medios, a la opinión pública, a la humanidad. No hay vuelta atrás. El nuevo ímpetu adquirido gracias a su firme y sabia conducción lleva a la comunidad eclesial a esperanzadoras riberas, a un reencuentro con el hombre moderno, herido; con esas "fronteras existenciales" de las que habló desde un inicio y que vuelven a ocupar el centro de la preocupación eclesial.

El lema papal es una carta de navegación para todo creyente: "Lo miró con misericordia y lo eligió". La mirada de Cristo es la de quien acoge, comprende, perdona, dignifica. Ir a los que están lejos, a los más abandonados, a los pobres, a los que sufren, es el encargo del sucesor de Pedro.

Los cientos de africanos que cruzan todas las semanas en frágiles botes desde la calurosa y hambrienta África a las costas de Europa son un símbolo de lo que espera a la humanidad en los próximos lustros. Lampedusa quedará en la retina del mundo occidental como señal de un amplio sector de la humanidad que se encuentra postergado. No sirve de nada construir murallas más altas, alambrados eléctricos, patrullas de vigilancia mejor armadas, para proteger las fronteras de los países más ricos. Urge iniciar una cruzada solidaria que nos lleve a comprender que una riqueza mal repartida, solo tiene consecuencias nefastas.

El año 2013 estuvo marcado por fenómenos extremos, como demostró el reciente tifón Haiyan en Filipinas. Éste será uno de los diez años más cálidos desde el comienzo de las estadísticas modernas, en 1850. Las advertencias de los expertos sobre los cambios climáticos parecieran no calar en la opinión pública. La palabra sustentabilidad debe dejar de ser un término de expertos para pasar a ser parte, con urgencia, del sentir y responsabilidad del ciudadano de a pié.  

"La fe no se vive desde el balcón, sino caminando. No balconeen la vida, métanse en ella, como hizo Jesús", dije el Papa Francisco a los jóvenes en el encuentro de Rio. Las exigencias de esta época que nos toca vivir llevan a esperar una fe más activa y efectiva, comprometida con el medio, con el tiempo, con todo el hombre.

 

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