Nuestro fundador en El Palacio Arzobispal, Actual Casa Central de la UCSC

El terremoto del 24 de enero de 1939, que afectó principalmente a la ciudad de Chillán, dañó gravemente las frágiles construcciones de nuestra ciudad y causó fallas en la estructura de la Iglesia Catedral de Concepción, que se había inaugurado el 24 de febrero de 1867. Las autoridades de la época consideraron imperativo demolerla, ya que sus imponentes torres amenazaban con provocar mayores desgracias. Por disposición del Jefe de Plaza, se impidió continuar ingresando a la Iglesia, rescatándose sólo algunas pertenencias. Sus torres fueron dinamitadas por marinos ingleses del buque Exeter, de paso en Talcahuano, a quienes por su generosa ayuda a la comunidad se les recuerda con el nombre de una calle. En sus ruinas se perdieron bellísimos vitrales traídos de Munich, imaginería religiosa (santos y vírgenes de gran talla), pinturas, lámparas, el órgano y un monumento de mármol con un ángel de bronce, esculpido en Italia. Las pocas obras rescatadas de esta tragedia, se encuentran actualmente repartidas en la Catedral y el Museo de Arte Sagrado de nuestra Universidad.

En tanto, Monseñor Alfredo Silva Santiago, Obispo de Temuco, es trasladado por el Papa Pío XI a Concepción, el 4 de febrero de 1939. Monseñor, recibe una ciudad en ruinas y empobrecida por el terremoto, por lo que viaja a Europa, en búsqueda de recursos para reconstruir la Catedral, en menos de dos años de transcurrido el terremoto, comienza la construcción de la nueva Catedral y el Palacio Arzobispal.

Los planos de estilo románico pertenecen a los arquitectos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Ramón Venegas, Carlos Casanueva y Fernando Urrejola. La decoración y ornamentación de la Catedral fue encargada al profesor de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica, el artista chillanejo Alejandro Rubio Dalmati, quién trabajó junto a su padre y sobrino. También es importante recordar el aporte realizado por la Acción Católica, grupo que reunía a todos los católicos organizados de la arquidiócesis y cuyo escudo es posible ver en la platea alta y en las butacas del Aula Magna Arzobispal. La capilla del Sagrario, Santuario chileno - argentino, fue construida gracias a los aportes de Don Domingo Perón, gestionados por Monseñor Ramón Hárrinson Abello, sacerdote mercedario y amigo personal del ex presidente argentino.

El 3 de noviembre de 1940, es puesta la primera piedra de la Catedral, terminándose la obra gruesa en 1946, poco después comenzó a ser usada por necesidad. Las obras del Palacio Arzobispal fueron terminadas en 1945, como consta en la inscripción en la parte superior de la entrada principal (Anno Domini MCMXLV), siendo ocupado desde esa fecha por el Arzobispo y su familia. En el Palacio recibió ilustres visitas, el 27 de julio de 1947, a las 12:15 recibió en audiencia oficial y posterior almuerzo al Padre José Kentenich, Fundador del Movimiento de Schoenstatt. El Fundador vino a agradecer personalmente al Arzobispo, pues había sido él, quién en el año 1935, desde Temuco, solicitara a Schoenstatt – Alemania, el envío de Hermanas Marianas a Chile, a través de los Padres Pallottinos que trabajaban en esa ciudad. Para esta visita Monseñor Silva Santiago puso a disposición del P. Kentenich su propio automóvil. Otras importantes visitas recibió el día de la inauguración de la Catedral, en el Te Deum del 5 de octubre de 1950, en el cual también se celebraba el cuarto centenario de Concepción, Monseñor Alfredo Silva Santiago recibió al del General Domingo Perón y al presidente de Chile, Don Gabriel González Videla y se alojó en el lugar como invitado especial, Monseñor Ramón Harrinsón Abello, Obispo Titular de Podalia.

El interior del Palacio estaba pintado de un tono gris claro, con sus detalles en color blanco. De su decoración se conservan sus espejos y lámparas originales. El mármol usado en el piso del hall de entrada y en la escalera del palacio fue recuperado de las ruinas de la antigua Catedral.

De la Capilla se conservan el Altar y Tabernáculo de mármol, sus muros eran de color café con detalles dorados. Sus muebles, reclinatorios y sillones en madera tallada, tapizados en cuero negro y bordes dorados, dos de estos se encuentran en el altar del Santísimo de la Catedral, también es posible encontrar otros, en la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes de Concepción. Las imágenes de madera que ornamentan el altar son posteriores.

Monseñor Alfredo Silva Santiago, mantenía su residencia permanente en Santiago, ya que en ese momento, también era rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, por lo que venía a nuestra ciudad sólo para asistir a las grandes ceremonias. Para presidirlas se revestía en la capilla del Palacio y era esperado en las puertas del edificio por el Seminario, para llegar en procesión a la Catedral. También celebró en esa capilla varios matrimonios de personas destacadas de la ciudad.

En el palacio vivían las hermanas del Arzobispo, una de ellas religiosa postrada de por vida, por lo que contaba con un permiso especial para vivir en el lugar, la otra se encargaba personalmente de la correspondencia del Arzobispo. Las dependencias familiares del palacio tenían una puerta de acceso privada, ubicada en Barros Arana 578 (actualmente ocupada por el área de Educación del Arzobispado), ahí se encontraba la cocina, comedor y habitaciones. Por esta puerta circulaba también el personal de servicio y las visitas no oficiales, el acceso principal del Palacio, estaba restringido al Arzobispo y las audiencias solicitadas oficialmente.

En el año 1963, Monseñor Alfredo Silva Santiago (? 1975), concluye su periodo como rector de la Pontificia Universidad Católica y a su vez, presenta su renuncia a la Arquidiócesis, estableciéndose definitivamente en Santiago. Sus restos descansan en la Cripta de la Catedral de Concepción, desde su traslado el 12 de noviembre de 1976.

Monseñor Manuel Sánchez Berguiristain (1963-1983- ? 1986) habitó el Palacio junto a su madre Doña Isabel Berguiristain y su hermano Antonio Sánchez, hasta 1970. Ese mismo año, el 25 de abril, celebró el último matrimonio en la capilla de esta residencia. La casa del Arzobispo, se traslada a un lugar más sencillo, ubicado en Caupolicán 188, el mismo que acogió las oficinas del Arzobispado, luego del terremoto de 1960, cuyo espacio había sido cedido al Seminario, debido a los graves daños de su antiguo edificio.

El Palacio y el Aula Magna Arzobispal quedan en manos de la Fundación de Cultura, formada por un grupo de activos católicos (ligados a la Democracia Cristiana), del que Presidente era el señor Augusto De Aguirre, quién era a su vez, gerente de la Librería Criterio, que arrendaba un local comercial en el Palacio. Más tarde, el edificio es entregado a la Corporación de Televisión de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Sede Concepción (Canal 5), luego es arrendado a particulares, hasta ser entregado en comodato, firmado con fecha 6 de octubre de 1992, a la Universidad Católica de la Santísima Concepción, siendo su actual Casa Central.