Sacramentos y fuente de vida divina

Hogar: Fuente de vida divina y humana.La palabra Fuente viene del latín fons, y significa manantial de agua que brota de la tierra. ¿Cómo hacer del Hogar una fuente de vida?. Para transmitir vida espiritual debemos llenarnos de Dios.Observando a los niños que vienen a la Guardería, me pregunto muchas veces; Cómo son sus hogares? ¿Qué debemos hacer para completar eso que falta en su hogar?.¿Reciben estos niños verdaderamente lo que necesitan para llenar su corazón, su cuerpo de una manera digna como todo hijo de Dios?

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Hogar: Fuente de vida divina y humana.La palabra Fuente viene del latín fons, y significa manantial de agua que brota de la tierra. ¿Cómo hacer del Hogar una fuente de vida?. Para transmitir vida espiritual debemos llenarnos de Dios.Observando a los niños que vienen a la Guardería, me pregunto muchas veces; Cómo son sus hogares? ¿Qué debemos hacer para completar eso que falta en su hogar?.¿Reciben estos niños verdaderamente lo que necesitan para llenar su corazón, su cuerpo de una manera digna como todo hijo de Dios?Decía una terapeuta infantil católica, el niño llora y es rebelde muchas veces porque no ha cubierto sus necesidades.
Bueno, muchas cosas las llevo aún en mi corazón, porque son vivencias diarias y personales que cada uno sabe, pero propongo éste tema para meditar y observar mejor éstos puntos que son latentes en el sistema educativo actual.
Dicen que los niños reflejan lo que viven en sus hogares.
Tomando las palabras del Padre Kentenich: "Cuando María amaba y estrechaba en sus brazos al Niño Jesús, ese amor comprendía un impulso materno instintivo, un amor espiritual lúcido y un extraordinario amor sobrenatural. El amor sobrenatural penetra, empapa, abarca ese amor, lo presupone, lo sana, purifica y perfecciona; el amor sensible, afectivo, a su vez impregna con su calidez el amor espiritual y sobrenatural. El vaso humano en que se recibe la gracia, usando otra imagen, confiere a la gracia una forma determinada y original, tal como el agua que se vierte en un recipiente toma la forma de éste. " Quid quid recipitur, decían los escolásticos, ad modum recipientis recipitur", lo que se recibe, se recibe o toma la forma de acuerdo a la forma del recipiente".
¿Cómo podemos ser como María? ¿De qué amor lúcido nos habla el padre Kentenich?¿Cómo transmitir a nuestros hijos ese amor espiritual?
De ahí la importancia de la educación de los padres, para poder ser esos vasos espirituales y humanos capaces de dar vida, calidez y así impulsar la armonía entre naturaleza y gracia de sus hijos, la importancia de ser " Hogar ".
"Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza: llamándolo a la existencia por amor, lo ha llamado al mismo tiempo al amor." ( Familiaris Consortis- Juan Pablo II)
El hombre ha recibido por el Bautismo la dignidad de ser hijo de Dios. De ahí que cada ser humano necesita un lugar dónde desarrollarse plenamente y encontrar esa tranquilidad y alegría de saberse amado y respetado. Luego él también sabrá amar y respetar.
Así, la importancia de forjar hogar, donde Dios está presente y los padres cuiden de que ésta vida que está en sus manos alcance su desarrollo pleno.
Hoy en día se habla de una falta de hogar, pero no es en sí el lugar físico sino el lugar acogedor. El lugar dónde el hombre se sienta escuchado, respetado y amado.
Pero sobre qué debemos reflexionar en éstos tiempos, para ser "Hogar" ¿Qué hacer? Cómo padres cristianos ¿Cuáles serían nuestros desafíos? ¿Cómo ser Fuente?

Primer Tema: Sacramentos y fuente de vida divina.
a) Padres y Sacramentos.
Los niños pequeños no creen en el bien y la justicia, pero creen en sus padres y las personas que aman. (1) Los padres y educadores deben de enseñar estos valores.
Los niños de guardería, tienen otro estilo de vida, que los niños que pasan con sus madres hasta los 5 años. Aprenden ciertamente a ser sociables pronto y a conocer ciertas reglas de comportamiento con sus otros compañeritos. Por otro lado son depositados en manos de otras personas que nunca podrán suplir el amor de una madre o un padre biológico pero sí podrán amarlos, cuidarlos y ayudarlos a crecer en sus necesidades básicas que todo ser humano, hijo de Dios tiene derecho. Cuando se trata de guarderías del Estado se puede también practicar el cobijamiento, apenas los niños son dejados en las guarderías. Depende del educador que tiene Fe, trabajar de una manera especial, tratando de fomentar valores cristianos, como el respeto, la alegría sana, el cuidado personal, los juegos adecuados, mirando siempre a ese Niño Jesús escondido en el corazón de cada pequeñito.
Pero los llamados a educar en la Fe, son los padres.
Por esto las familias cristianas, tienen ya su tarea a meditar . Veamos lo que dice la Iglesia:
"La fecundidad del amor conyugal se extiende a los frutos de la vida moral, espiritual y sobrenatural que los padres transmiten a sus hijos." Los padres son los principales y primeros educadores de sus hijos". ( 2)
En este sentido, la tarea fundamental del matrimonio y la familia es estar al servicio de la vida. ¿De dónde viene la vida divina? Ciertamente de Dios. Dios nos hace partícipe de su vida divina a través de los Sacramentos.
Mediante los sacramentos de la iniciaciòn cristiana, el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, se ponen los fundamentos de toda vida cristiana. "La participacion en la naturaleza divina, que los hombres reciben como don mediante la gracia de Cristo, tiene cierta analogía con el origen, el crecimiento y el sustento de la vida natural.( 3)
De esta manera los padres al estar unidos a Cristo, podrán transmitir esa vitalidad cristiana a sus hijos con su propio ser y actuar.
b) Vivir los Sacramentos
Dios nos hace partícipes de su Vida Divina, por medio de los Sacramentos.
Para vivir los sacramentos se debe conocer el significado eclesial y sagrado de los mismos. Los Sacramentos son una fuente de vida divina donde los padres podrán saciarse de los bienes espirituales que Dios les tiene ya preparados para toda la eternidad, para ellos mismos y sus hijos. Esta práctica de vida, ayudará a nutrirse, conocer y fortalecer el sistema o ideal de vida ya establecido para la formación en la Fe de la familia. A esto se sugiere que los padres procuren el acompañamiento de un grupo o una comunidad que esté de acuerdo con este plan de vida espiritual, para poder soportar las inclemencias del tiempo actual e inclusive ganar la batalla muchas veces en contra del pensamiento materialista, superficial y masificador.
c) Colaboración con el plan divino.
El desarrollo pleno de la persona humana necesita la ayuda de la gracia.
Dice el P. Kentenich: el Segundo fundamento filosòfico del modo de educaciôn de Schoenstatt, es el principio fundamental tomista:
"Gratia praesuppoint naturam; gratia non destruit sed perficit et elevat naturam", la
gracia presupone la naturaleza, no la destruye, sino que la sana, la perfercciona, la eleva. De aquî la importancia de los sacramentos, como fuente de gracias". (4) El plan de Dios es un plan de amor desde toda la eternidad.
Por esto los padres estàn llamados a colaborar con su testimonio en su propio hogar. Para esto hay que estar sumergido y entregado al quehacer de llevar siempre a los hijos hacia Dios, hacia la Santisima Virgen.
"Por su naturaleza misma, la instituciòn misma del matrimonio y el amor conyugal estàn ordenados a la procreciòn y a la educaciòn de la prole y con ellas son coronados como su culminaciòn".
"Los hijos son, ciertamente , el don màs excelente del matrimonio y contribuyen grandemente al bien de sus padres. El mismo Dios que dijo: "No es bueno que el hombre estè solo ( Gn 2,18), y que hizo desde el principio al hombre, varòn y mujer" (Mt 19,4), queriendo comunicarle cierta participaciòn especial en su propia obra creadora, bendijo al varòn y a la mujer diciendo: "Creced y multiplicaos"(Gn 1,28). De ahí que el cultivo verdadero del amor Conyugal y todo el sistema de vida familiar que de èl procede, sin dejar posponer los otros fines del matrimonio, tiende a que los esposos estèn dispuestos con fortaleza de ànimo a cooperar con el amor del Creador y Salvador, que por medio de ellos aumenta y enriquece su propia familia cada día màs". Así que los padres se encarguen de la educaciòn de la Fe de sus hijos no es otra cosa que cooperar con el amor del Creador, lo cual va a enriquecer su propia vida familiar" (5)
Cita el P.Kentenich,..... Este amor quiere y debe llegar a resplandecer sobre todo, debe traspasar y animar al educador desde la cabeza hasta la punta de los pies. Ha de ser un amor originariamente personal, càlido, alegre y fuerte en el sacrificio. (6)
No basta con un simple coloquio los domingos o dìas de encuentro familiar, pues es importante ir màs allà, entender el corazòn del hijo y amarlo asì como èl es.

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