Schoenstatt para la Iglesia, y la Iglesia para el mundo

Schoenstatt para la Iglesia, y la Iglesia para el mundo                 La Divina Providencia tiene caminos inexplicables. La historia de cómo uno de nuestros hermanos de Alianza pudo compartir junto al Papa Francisco la Jornada Mundial de la Juventud en Rio.

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La primera visita del Sumo Pontífice a la Latinoamérica no ha hecho más que emocionarnos, sorprendernos y alegrarnos. Por primera vez en la historia un Papa americano estuvo en tierras latinoamericanas, marcando un hito en la historia de la Iglesia. La Jornada Mundial de la Juventud en Rio reunió a jóvenes de todo el mundo, mostrando la diversidad de países donde vive el cristianismo, pero marcando principalmente cuál es el núcleo que une a todos esos países: Dios.

Nuestro Movimiento también recibió durante esos días un regalo providencial y que nos llena de alegría. El Padre Alexandre Awi de Melo, sacerdote del Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt, formó parte de la comitiva papal durante la Jornada, y acompañó en todo momento al Santo Padre durante su visita.

La noticia comenzó a difundirse el 21 de julio, un día antes de que comenzara el encuentro. El P. Alexandre fue elegido personalmente por el Papa Francisco, y fue su traductor y colaborador personal. Actualmente él es el Asesor Nacional de la Juventud Masculina y el Director de la Central de Asesores de Schoenstatt de Brasil.

¿Y cómo llegó el P. Alexandre a ser llamado personalmente por el Santo Padre? El Papa Francisco conoció al P. Alexandre durante la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que se llevó a cabo en 2007 en Aparecida, en el estado de São Pablo. El Papa, que en ese tiempo era el cardenal Jorge Bergoglio, fue el principal redactor del documento que resultó del encuentro. El P. de Melo lo ayudó en sus tareas y con la traducción, y convivieron diariamente durante tres semanas.

La participación del P. Alexandre de Melo en la Conferencia Episcopal de Aparecida también fue toda una sorpresa. Él pudo participar porque los traductores que habían llamado todavía no habían llegado cuando comenzó el encuentro, por lo que le pidieron ayuda. Después terminó integrándose al grupo de traducción. Luego, cuando se formó la comisión de redacción –integrada por ocho obispos, entre ellos tres cardenales- le solicitaron que fuese el secretario de esta comisión. Durante ese tiempo no sólo pudo participar de la escritura de una de las principales referencias de la evangelización católica, sino también aprender del testimonio personal de cada uno de los cardenales y obispos allí presentes.

El P. Alexandre fue uno de los pocos nombres elegidos personalmente por el Santo Padre, ya que el staff papal normalmente es determinado de forma protocolar por la misma cúpula de la Santa Sede. El sacerdote formó parte del grupo de alto nivel de la comitiva, cuyos miembros no llegan a las diez personas. Fue uno de los pocos prelados que estuvo realmente con el Papa durante sus siete días en Rio. ¿Existe acaso un regalo más grande y honrado para nuestro Movimiento de Schoenstatt?

La Divina Providencia le ha regalado a nuestro hermano la alegría de compartir codo a codo la Jornada de la Juventud junto al primer Papa latino. En su propio país y en su propia ciudad pudo entregarle a la Iglesia un testimonio vivo de la Alianza de Amor. Un verdadero siervo de María. Gracias por tu testimonio, y por llenarnos de orgullo y admiración. Compartimos desde la oración tu alegría y servicio desinteresado a la Iglesia. 

 

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