Un amigo se nos va...

Hace unas semanas el Padre Ignacio nos anunció su partida a Schoenstatt Alemania. Allá lo espera una gran misión que la Mater le ha encomendado, para el fortalecimiento y crecimiento del movimiento de Schoenstatt. Y aunque nos alegró saberque su nuevo trabajo es de gran importancia, nos entristeció mucho la noticia de su partida. Para todos los que tuvimos la fortuna de trabajar a su lado, será muy difícil ya no verlo en nuestro Santuario.Aunque las pláticas personales no eran muy frecuentes, cuando aparecía esa oportunidad decharlar un poquito más,sin que él lo supieraya había aclarado alguna duda en nosotros. Muchas veces estas pequeñas pláticas nos ayudaban a solucionar algún problemilla, o bien podíamos ver las cosas desde otro punto de vista, dándole sentido a lo que nos ocurría. Las siguientes líneas son dedicadas a los Padres Schonstattianos, que en algún momento de su vida, han dejado a su querido Chile, para instalarse en nuestro San Luis Potosí; un lugar que para muchos es: además de árido...peligroso. Pinche la foto o "Leer más..." para ir al artículo completo.

| Lucía Zamora Valero (México) Lucía Zamora Valero (México)
Hace unas semanas el Padre Ignacio (Camacho) nos anunció su partida a Schoenstatt Alemania. Allá lo espera una gran misión que la Mater le ha encomendado, para el fortalecimiento y crecimiento del movimiento de Schoenstatt. Y aunque nos alegró saberque su nuevo trabajo es de gran importancia, nos entristeció mucho la noticia de su partida. Para todos los que tuvimos la fortuna de trabajar a su lado, será muy difícil ya no verlo en nuestro Santuario.Aunque las pláticas personales no eran muy frecuentes, cuando aparecía esa oportunidad decharlar un poquito más,sin que él lo supieraya había aclarado alguna duda en nosotros. Muchas veces estas pequeñas pláticas nos ayudaban a solucionar algún problemilla, o bien podíamos ver las cosas desde otro punto de vista, dándole sentido a lo que nos ocurría.

Cuando el buen Padre Felipe tuvo que decir adiós a San Luis, podíamos ver su gran tristeza al dejar esta tierra,y a su gente que tanto lo quiso. Veíamos el dolor en su corazón, por dejar este lugar. Pero su amor a la Mater era y sigue siendo tan grande que renunció a su vida, desde el momento en que tomó la decisión de ser Sacerdote y cumplir así la voluntad de Dios. Y qué decir de mi buen Padre Nacho, que ha estado por acá, dejando a sus padres en Chile delicados de salud.Ahora parte a un hermoso lugar en el que, sin embargo,su cultura, su idioma y sus costumbres son tan diferentes, que creo va a ser muy difícil evitar la nostalgia de su América querida.

Cómo agradecer a estos hombres que parten de un lugar a otro, dejando familia, amigos, lugares y el mismo corazón parafortalecer a la Iglesia, dar esperanza al mundo, y luchar por la verdad.Cómo agradecer a estos hombres, que han llorado con nosotros la penosa situación de México; que han escuchado tanto dolor de tanta gente; que han sabido reír ante la indiferencia de los demás, y que a pesar de ser observados por el mundo, no han dejado de llevar la palabra de Dios a los corazones más áridos y fríos, para sanarlos y dejarlos con un hermoso suspiro de alivio. Cómo agradecer a estos hombres su conocimiento, sabiduría y su lealtad.

Sabemos que están preparados, para llevar esta vida llena de cambios y ajetreos, combinados con un poquito de soledad. Pero no dejo de preguntarme... ¿Cómo le hacen para sanar tantos duelos de tantas despedidas? Ojalá algún día nos den la clave, para poder sanar los duelos de nuestras vidas, con la entereza y la alegría que dejan ver a través de su mirada.

Hace poco leí un párrafo del libro "Cuestión de Amor" de Germán Dehesa (escritor mexicano), que describía a una planta llamada "la siempreviva" y no pude dejar de compararla con la hermosa vida de un Sacerdote. Se los dedico con todo mi cariño y mi corazón.

La "Siempreviva" es una planta que la tires donde la tires, de inmediato echa raíces, se aferra al suelo que toque y prosigue viviendo. Una planta así puede hacer casa en la Patagonia o en una calle de Tokio. Caiga donde caiga, de inmediato crea una patria y un hogar alrededor....Germán Dehesa.

Agradezco a cada uno de ellos por dejar su entrega y entusiasmo anuestro querido San Luis.

Gracias al Padre Carlos Cox, quien dio inicio a este proyecto de Dios en San Luis Potosí. No tuve la fortuna de conocerlo en aquel entonces, pero.... ¡hoy lo conocí!

Gracias al Padre Bernardo, que solo lo conocí de vista.Me bastan los comentarios que escucho para saber que su trabajo ha trascendido y sigue trascendiendo en el corazón de la gente.

Gracias al Padre Felipe Ríos, que con muy buena voluntad me acompañó al hospital para visitar a mis niños, y por sanar parte de mi vida con una linda confesión.

Gracias, Padre Ignacio Camacho, por escucharme (dice que hablo mucho) camino al hospital, por ayudarme con el "marco luminoso de la Virgen" y guiar a la "rama de señoras", a pesar de tanto trabajo con los matrimonios.

Gracias a mi buen Padre Guillermo Muzquiz que guió a la rama de señoras, de San Luis por un par de años (tal vez más) con gran entrega.

Y... aunque aquí se queda, pero que algún día se irá (espero no pronto)... Gracias a mi querido P. Andrés Espinoza, por ser mi confesor y tener siempre un pañuelo a la mano porque ya sabe que lloro mucho.

Gracias por todo, a todos.

Lucía Zamora Valero - México

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