Visita de la Hermana Petra a Lima: Otro regalo de la Mater

Corrían los últimos días del mes de diciembre de 2010, y al regresar de la misa dominical en el Santuario de la Molina en Lima, Perú, el matrimonio Chang y yo conversábamos en el Santuario Hogar de ellos, revisando un libro de la celebración de los 50 años de la fundación en Ecuador. Allí vimos la foto de la Hermana Petra y nos preguntamos qué pasaría si la invitáramos a nuestro país para escuchar de su propia boca las vivencias que tuvo junto al Padre Fundador en Milwaukee, y cómo su vida cambió desde el día en que lo conoció personalmente. Esto nos serviría para cerrar con broche de oro el Año del Padre...

| Queca Espinoza (Lima, Perú) Queca Espinoza (Lima, Perú)

Corrían los últimos días del mes de diciembre de 2010, y al regresar de la misa dominical en el Santuario de la Molina en Lima, Perú, el matrimonio Chang y yo conversábamos en el Santuario Hogar de ellos, revisando un libro de la celebración de los 50 años de la fundación en Ecuador. Allí vimos la foto de la Hermana Petra y nos preguntamos qué pasaría si la invitáramos a nuestro país para escuchar de su propia boca las vivencias que tuvo junto al Padre Fundador en Milwaukee, y cómo su vida cambió desde el día en que lo conoció personalmente. Esto nos serviría para cerrar con broche de oro el Año del Padre.

Había surgido la idea, el entusiasmo estaba, pero teníamos que concretar el sueño, asegurarlo. Entonces, mirando al cuadro de la Mater, se lo ofrecimos como Capital de Gracias: "Vamos a hacerlo realidad".

Muy rápidamente buscamos teléfonos y datos por Internet para contactar a la Hermana. Cuando por fin pudimos conversar con ella, dijo calmada: "Voy a presentar su pedido a mi superiora, ustedes tengan paciencia y hagan Capital de Gracias, porque si es cosa de la Mater, sin ninguna duda se hará".

Esperamos con paciencia ofreciéndolo a la Virgen, hasta el día en que por fin la Hermana Petra nos comunicó: "Voy a Perú del 23 de agosto al 6 de septiembre de 2011".

Cuando alguien espera algo con mucha impaciencia y le dan luego el sí, sobreviene un miedo angustiante ante la realidad, ante lo desconocido. Pero, como schoenstatianos, muy luego sentimos en el alma la serenidad y confianza para obrar, y las ganas de ser audaces para conquistar los anhelos del corazón.

Necesitábamos generar recursos para esta visita, y surgió la idea de hacer una comida en la que se sortearan objetos donados. Lo bonito y estimulante fue ver cómo la Mater trabajaba a la par de todos nosotros, porque cuando nos acercamos a la primera persona para averiguar costos y disponibilidad de lugares, nos cedieron inmediatamente las instalaciones de un importante restaurante de la ciudad. Y no solo eso, nos donaron también la comida.

Habíamos logrado subir el primer escalón. El segundo era la venta de entradas, y todo sucedió de la misma forma. Las personas fueron tocadas por la Mater y, voluntariamente, se empezaron a apuntar hasta llegar al tope de las instalaciones del local para recibir la donación de objetos para el sorteo.

El tercer escalón era que las personas invitadas se sintieran acogidas, cobijadas, bien atendidas en el restaurante, y fue así porque desde el ingreso la imagen de la Mater Auxiliar los recibía. La comida estuvo deliciosa, la atención del personal de servicio y la compañía de los dueños del local fueron otra muestra de que María estaba allí como nuestra Madre, junto a nosotros, obrando por nuestros anhelos.

Se contó con la presencia de Monseñor Salvador Piñeiro, obispo castrense de Lima, quien bendijo el cuadro que la comisión organizadora regaló a los dueños y que -inmediatamente- fue entronizado en el local. También asistió el Padre Rafael Reátegui, sacerdote diocesano con Alianza de Amor con la Mater.

Los asistentes se retiraron después de una noche bonita, donde se compartió con los amigos, y se ayudó a que este proyecto se hiciera realidad. Ahora queda un arduo trabajo para presentar una agenda atractiva para su venida, ya les contaremos luego.

Las personas que quieran llegar a Perú atraídas por esta visita de la Hermana Petra serán bien recibidas y cobijadas en el Santuario de la Molina, en Lima, y en el Santuario de la Ciudad de Trujillo, a donde también llegará la religiosa. Quienes quieran más información, no duden en contactarse a los correos: quecaespinoza@infonegocio.net.pe o libreriaschoenstattlima@gmail.com

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