Evangelio sábado 4 de mayo

Sábado 4 de mayo de 2024 | Gonzalo Manzano

4 de mayo de 2024

Evangelio según San Juan 15, 18-21

Sábado de la quinta semana de Pascua

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia. Recordad lo que os dije: "No es el siervo más que su amo". Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió».

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán"

Jesús parece decirme: Este es un aviso para que se preparen y no se espanten. El mundo no sigue los códigos de la Vida Eterna; no porque sea malo intrínsecamente, sino porque está sujeto a la miopía de lo concreto, de aquello que está al alcance de los sentidos. Les digo esto para que no claudiquen, para que sigan adelante, porque Yo voy con ustedes todo el camino. Cuando ascendí al Cielo, les dije que iba a estar con ustedes hasta el fin de los tiempos, y eso no ha cambiado. La diferencia es que no estoy con ustedes como al mundo le gustaría que estuviese. Mi divinidad no se somete a los designios del mundo, sino que solo por su libertad regalada, pueden osar exigirlo.

Me duele ver cómo a tanta gente buena el mundo le da la espalda, o incluso se aprovecha y las daña. Gente buena, que con conocimiento de Cristo o en la ignorancia, vive guardando su Palabra, sufre ante la prepotencia y la soberbia violenta de quien se cree más poderoso. Pero luego vuelvo a observar la Pasión y termino por encajar la profundidad de esta frase, porque si pudieron hacer lo que hicieron con Él, con los medios limitados que tenían en ese entonces, con mayor razón a quienes intentamos seguirlo nos van a perseguir o incluso martirizar. Es ese mismo razonamiento el que deben haber tenido todos los mártires, y en realidad llega a ser alentador.

Señor Jesús, mi amigo y Señor, te agradezco por esta lectura. Nuevamente me conectas con las convicciones más profundas que soportan mi alma, y me llamas a través de mi Ideal Personal a entender las cosas que quizás solo viéndolas desde la perspectiva del mundo, no tienen ni pies ni cabeza, pero que desde tu Mensaje, nos llamas a observar para encontrarle el sentido más profundo a las cosas. Te alabo Señor, y te adoro, porque me has mostrado con palabras y hechos el camino que me invitas a recorrer. Estoy lejos de ser semejante a Ti, pero tampoco quiero bajar los brazos, porque sé que en esto me juego la vida del mundo futuro.

AMÉN

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